Tradiciones

Pérdida de lo tradicional

Hola,

¿Os habéis fijado en que ya nada es lo que era?, ¿que las personas hemos ido cambiando, tanto para bien como para mal?, ¿que la gente ya no se divierte con las mismas cosas que antes?, ¿que cada año los cursos más altos tienen alumnos más bajos?, ¿que ya no se vive igual? ¿que ya nada es tan verde como antes; que poco a poco se ha ido degradando hasta el punto de, algún día, ¿ser de color negro?

Y es que, en algunos casos, el avance de la tecnología nos está convirtiendo poco a poco en seres más tontos, seres incapaces de hacer cosas porque ya están las máquinas para hacerlas, ¿no creéis? O si no, preguntad a vuestros padres, o abuelos, o incluso si lo habéis vivido, ¿con qué jugabais de pequeños? Ibais al parque a jugar con la pelota, a casa de algún amigo, no existía WhatsApp y en las casas solo había teléfonos fijos; los niños si querían salir a la calle con sus amigos, tenían que llamar directamente a su puerta para preguntarlo. ¿Y ahora? Ahora hay muchas aplicaciones de mensajería como Facebook, Twitter, Instagram, que hacen todo por nosotros, que nos mantienen conectados con nuestros amigos y por donde hablamos para organizar cualquier cosa.

Es verdad que por una parte está bien ir avanzando en las tecnologías, pasar de escribir cartas, que tardaban mucho en llegar, a mandar un mensaje que llega y te contestan más fácil. Está muy bien todo eso, pero no olvidemos que por el hecho de avanzar en tecnología no debemos olvidar lo pasado. Con esto no quiero decir que vayáis como locos a escribir cartas a diestro y siniestro; simplemente que no perdáis las costumbres.

Y es que hoy en día la televisión, la radio, los ordenadores y toda la tecnología está controlando nuestras vidas. A mí la verdad es que la televisión en sí me parece una pérdida de tiempo, tiempo que podrías dedicar a salir y dar un paseo, estar con amigos o familia; a leer un libro, o dos, o tres; a hacer lo que te dé la gana, cualquier cosa, antes de estar sentado frente al televisor. Claro que, si es para ver noticias o el tiempo sí que la veo, aunque la verdad es que preferiría lo clásico: leer un periódico, por ejemplo, donde aparece también bastante información y puedes leerlo sentado en una terraza, en el césped de un parque…Y es que no solo estamos continuamente con aparatos electrónicos conectados a todos nuestros “amigos virtuales”, sino que también cuando estamos con personas, seguimos con el móvil hablando con esos “amigos virtuales”.

Solo tenéis que fijaros cuando quedéis con alguien, familiar o amigo, o miráis a vuestro alrededor. Siempre, SIEMPRE, hay alguien con el móvil mientras está con otras personas. Y digo yo, ¿no será mejor aprovechar el momento que estés con tus amigos para reír, correr, jugar, hacer lo que quieras hacer, y cuando vuelvas a tu casa ponerte con el móvil?, ¿no serán mejor que, por un momento en tu vida, valores cosas tan sencillas como el aire, el sol, el calor y te dejes de tecnologías?

Lamentablemente vivimos en un mundo que ha llegado a tal extremo, que ya no hay vuelta atrás: un mundo en el que nos quitan una de esas máquinas y no sabemos qué hacer; nos quitan el móvil, la televisión, la play, y no somos personas, y solo en ese momento es cuando te das cuenta de que tenías mucha dependencia, de que poco a poco se te han ido pasando los minutos, las horas, los días, los meses y los años; de que no has vivido la única vida que tenías, de que no las has disfrutado como deberías y lamentablemente ya es demasiado tarde.

He de decir que hay un pequeño grupo de personas a las que el hecho de quitarles dichos aparatos electrónicos no les afecta, es decir, no están en ese sinvivir del que antes hablaba. La pena es que sea un grupo tan escaso el que puede dejar a un lado el móvil y centrarse en disfrutar y vivir.

Por eso os invito a los que estáis leyendo esto a que viváis la vida: que lloréis, que viajéis, que gritéis, que saltéis, que soñéis, que os riais, que disfrutéis y sobre todo que seáis felices. Haced que vuestra única vida sea perfecta, porque solo tenéis una y es vuestra; vividla.

Apagad todos vuestros móviles y mirad arriba, porque cuando queráis daros cuenta va a ser muy tarde y solo lo lamentaréis; lamentaréis no haber vivido, reído, corrido, gritado y saltado lo suficiente; no haber salido de vuestra pequeña y cómoda cueva.

Adelante, probadlo. Igual os sorprendéis.

Un saludo, Gran Realidad.

4 comentarios en “Pérdida de lo tradicional”

  1. Completamente de acuerdo y, además, ¡¡mucho ojo a quienes crean lo de la libertad para ver todo!! Eso podria ser antes, ahora ya se están implantando los controles estatales para censurar y no solo del estado, este a veces lo hace a petición de ciertos «lobbys muy poderosos».

    Hay tiempo para todo, para estar con un PC y para otras cosas, no se puede estar siempre pendiente de una maldita pantalla, sea PC o sean dispositivos móviles.

    Le gusta a 1 persona

  2. Cuánta crudeza y a la vez, cuánta realidad en tus palabras…
    ¿Sabes? Lo que nos relatas describe perfectamente lo que yo siento cuando estamos en clase, os veo ahí sentados y pienso en que hace no mucho (o quizá sí, empieza ya a hacer demasiado) estaba yo en vuestro lugar. ¡No veas si han cambiado las cosas!
    Pero me gustaría que no vieras los cambios con esa aversión. Evidentemente no todos son positivos, pero tampoco todo es para mal. Es la esencia del ser humano, evolucionar. Y mi consejo es que dejes pasar un poquito de tiempo para poder valorar si esos cambios que has detectado en estos últimos años, realmente van a ser tan poco fructíferos para nuestra sociedad. Repósalos.
    Gracias por escribir

    PS: No pierdas el romanticismo de las cartas manuscritas. Yo sigo usándolas, para ocasiones realmente especiales y te aseguro que llegan al alma. Las últimas que he escrito, se entregarán en 2036 y 2038. Son para mis hijas y no las abrirán hasta sus respectivos 18 cumpleaños. Mientras tanto, procuraré acompañarlas en este viaje que es la vida, y me gustaría que se convirtieran en un futuro en mujeres fuertes y críticas, como tú.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario